La vida y su conservación

Las especies son esenciales en el funcionamiento de la vida en nuestra casa que es nuestro planeta; por eso, es importante conservarlas.
Con este objetivo, tenemos que saber cómo son, cómo se organizan en comunidades y cómo interactúan en los sistemas ecológicos.
En el último siglo XX, hemos visto degradaciones ambientales enormes: muchas especies en extinción o en drástica reducción de sus poblaciones, la destrucción o alteración rápida de sus ecosistemas y cambios nunca vistos en el clima del planeta. Esta gran crisis ambiental ha coincido con la disminución de las ciencias naturales en los centros académicos de referencia.

martes, 24 de febrero de 2015

La costosa reintroducción del quebrantahuesos en Andalucía.



El quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) es un ave rapaz carroñera de gran tamaño que anida en los cortados rocosos de las grandes cadenas montañosas, particularmente macizos calizos o dolomíticos.



Su nombre científico dice mucho de sus características físicas: Gyp- buitre, -aetus águila y barbatus, con barba. Es decir, es un buitre por su alimentación carroñera y un águila en lo que se refiere a su silueta y técnica de vuelo. Con casi 3 metros de envergadura y hasta 8 kilos de peso, su perfil en vuelo se caracteriza por sus alas estrechas y su larga cola terminada en forma de rombo. Respecto al plumaje, muy oscuro en la etapa juvenil, se aclara con las sucesivas mudas, hasta alcanzar el diseño con dorso y alas color pizarra y cabeza y partes inferiores blanco-rojizas en su etapa adulta. Su principal rasgo diferenciador es un peculiar antifaz negro que termina en la parte inferior del pico en unas barbas y sobre el que destaca el rojo intenso del anillo esclerótico que rodea sus ojos.

El naturalista David Gómez llamó al quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) “pájaro de barro” por la afición de este extraordinario buitre a maquillarse el cuerpo con finos limos de color naranja. En realidad es un gigante con los pies de barro, pues a pesar de los esfuerzos conservacionistas desarrollados en los últimos años para tratar de salvarlo de la extinción, su población sigue estando seriamente amenazada.

El quebrantahuesos es la única ave osteófaga del planeta, es decir, la única que se alimenta casi exclusivamente de huesos, principalmente de ungulados, tanto silvestres como domésticos, aunque también aprovecha cadáveres enteros de pequeños animales. Puede llegar a tragar trozos de hasta 20 cm que digiere gracias a su potente estómago. Cuando no puede tragarlos, los coge con sus garras y los lanza desde gran altura en zonas pedregosas llamadas “rompederos”. Verle acarrear esqueletos de animales un lugar a otro alimentó durante siglos una leyenda negra según la cual el quebrantahuesos atacaba a quienes se atrevían a adentrarse en las montañas.



Aunque el quebrantahuesos es un animal territorial al que le cuesta colonizar nuevos territorios, durante sus primeros años de juventud recorre miles de kilómetros hasta que, al alcanzar la madurez sexual a los 7-8 años de edad, vuelve a la zona donde nació para criar y asentarse definitivamente. A este comportamiento se le conoce como instinto filopátrico.

Las parejas de quebrantahuesos, que son estables durante toda su vida, entran en celo con la llegada del otoño. Cada puesta anual tiene como máximo dos huevos, de los que sólo sobrevive un pollo. La razón es que, dado que los adultos inician la incubación con la puesta del primer huevo, y la hembra tarda entre 3 y 5 días en poner el segundo, la diferencia de tamaño entre ambos hermanos es notoria, lo que se traduce irremisiblemente en la muerte del menor.

Hoy el quebrantahuesos es un ave en peligro de extinción en toda Europa. Mantiene sus mejores poblaciones en la cordillera Pirenaica y parejas aisladas en Córcega y Creta. En los Alpes, de donde desapareció a principios del siglo XX, ha sido recuperado gracias a un programa de reintroducción. En España debió de ser un ave muy común hasta mediados del siglo pasado. En Andalucía el último quebrantahuesos dejó de avistarse a finales de 1986 en la Sierra de Cazorla (Jaén).

PROYECTO INTERNACIONAL EUROPEO DE REINTRODUCCIÓN DEL QUEBRANTAHUESOS

Un loco puede aprender únicamente de su experiencia.
El sabio aprende de la experiencia de los demás
Demócrito, filósofo griego del siglo V a. C.


Todo comienza en 1976 en Austria cuando los investigadores austriacos Winfried Walter y Hans Frey recibieron del Zoo de Innsbruck una pareja de quebrantahuesos (Gypaetus barbatus).

Con el apoyo de la Frankfurt Zoological Society, la WWF y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, nació entonces el primer centro de cría en cautividad de la especie, la Viena Breeding Unit, hoy Richard Faust Zentrum.

Su innovador sistema de cría dio origen a la creación del EEP, el programa que hoy coordina una red de cinco centros (los especializados de Valcallent, Cazorla y Viena y los dos de apoyo en Goldau y Bargy) y unos cuarenta zoológicos.

El EEP dispone medios y esfuerzos para una acción común: proporcionar ejemplares de quebrantahuesos a los diferentes programas de reintroducción de la especie y lograr una reserva genética.

Este intercambio de aves es posible gracias a la cooperación institucional y sigue una metodología que registra el número de nacimientos anual.

Las liberaciones tienen criterios genéticos aunque el programa también considera el sexo de los individuos (por mantener un sexratio equilibrado en las zonas de suelta) y la edad de cada pollo nacido. En la toma de decisiones participan las administraciones de las zonas donde se llevan a cabo las sueltas.

El quebrantahuesos en Andalucía. Programa de reintroducción del quebrantahuesos en Andalucía

El quebrantahuesos fue un ave muy común en Andalucía, principalmente en las Sierras Penibéticas, hasta finales del siglo XIX. A lo largo del siglo XX, el uso de cebos envenenados, el furtivismo y el expolio de nidos mermaron drásticamente su población en apenas 50 años, hallando su último refugio en las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas (Jaén).



En 1956, las estimaciones del Profesor José Antonio Valverde ya confirmaron que en todo el territorio andaluz apenas quedaban cinco parejas. La última reproducción documentada tuvo lugar en 1983 y tres años después, á finales de 1986, se avistó por última vez al quebrantahuesos.


Desde ese momento y hasta el inicio de las liberaciones en Andalucía, los quebrantahuesos ibéricos quedaron relegados al Pirineo, donde han permanecido encastillados hasta hoy.

Cazorla, cría de quebrantahuesos desde Andalucía para Europa

El Centro de Cría de Quebrantahuesos - CCQ de Cazorla fue creado en 1996 por la Consejería de Medio Ambiente en el marco del Programa de Reintroducción del Quebrantahuesos en Andalucía para reproducir esta especie en cautividad.




El quebrantahuesos es un ave en peligro de extinción en toda Europa. Dada la situación por la que atraviesa la especie en el Viejo Continente, la labor de centros de cría en cautividad como el de Cazorla resulta fundamental para su conservación.

La mayoría de los centros trabajan coordinados por el EEP, Programa Europeo de Cría de Especies Amenazadas, encargado de optimizar métodos y resultados en la red. 



El Centro de Cría de Quebrantahuesos de Cazorla situado en Nava de San Pedro (Jaén) forma parte del EEP desde 1999. Las instalaciones de Cazorla están situadas a 1300 metros de altitud y ocupan dos hectáreas de superficie en pleno Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas.


Hoy es centro de referencia en España y uno de los más importantes a nivel internacional. 

El CCQ está gestionado por la Fundación Gypaetus, titular legal de las aves cedidas por la Vulture Conservation Foundation (VCF) y alberga ejemplares irrecuperables para la vida en libertad.

En estos años de funcionamiento ha optimizado un programa de cría específica de esta especie que mantiene una atención constante de las parejas reproductoras y unas condiciones higiénico-sanitarias extremas.



La cría en cautividad de quebrantahuesos de Cazorla utiliza una metodología basada en técnicas de cría natural.


La metodología de trabajo que se emplea en este centro se basa en técnicas de cría natural, es decir, en las que la fecundación, la incubación y el desarrollo de los pollos corra a cargo de los padres y donde la intervención humana sea la mínima posible. El sistema de video-vigilancia posibilita una dedicación diaria de 24 horas y este celo profesional permite actuar con inmediatez e incluso anticiparse a comportamientos ofensivos o extraordinarios entre las parejas reproductoras.

Como infraestructura adscrita al EEP, parte de los pollos criados en cautividad este año son destinados a los proyectos de reintroducción que se lleven a cabo en Andalucía o en otros lugares de Europa.

Cuando comienza el periodo reproductor y las parejas flirtean. En otoño comienzan las cópulas de las siete parejas del centro. En diciembre el centro de cría andaluz obtiene las primeras puestas.

Antes de primavera los huevos habrán eclosionado y se conocerán los resultados de una temporada reproductora.

Como de ha dicho anteriormente, el objetivo de formar un stock genético, está contribuyendo a la supervivencia de las poblaciones europeas de quebrantahuesos y asegura el éxito del programa andaluz. 

 

Está integrado en un programa de magnitud internacional para la conservación y recuperación de la especie y el centro andaluz se ha convertido en bastión del entramado europeo coordinado por la VFC  ( Vulture Conservation Fundation).

El programa se desarrolla en regiones de los cinco países europeos con proyectos de reintroducción en curso: Austria, Francia, Italia, Suiza y España.

Al cabo de treinta años de reintroducción alpina, la población de quebrantahuesos reintroducida ya se reproduce en libertad.

Los cinco países europeos con proyectos de reintroducción en curso: Austria, Francia, Italia, Suiza y España

Andalucía tiene ese mismo objetivo: establecer una población de quebrantahuesos cuyo tamaño se aproxime al nivel de saturación del medio y, sobre todo, supere el mínimo genéticamente viable.

 
Paralelamente al programa de reintroducción del quebrantahuesos - reproducción y sueltas de ejemplares, no menos importante es salvaguardar el entorno natural de la especie previniendo y evitando una serie de amenazas que básicamente son tres:

La “Red de Gestión de Amenazas para la Reintroducción del Quebrantahuesos” nace en el marco del proyecto europeo LIFE 04NAT/ES/000056 “Acciones para la reintroducción del Quebrantahuesos en Andalucía”, con el objetivo de minimizar el impacto de las amenazas que pueden ponen en riesgo el éxito la reintroducción de esta emblemática carroñera en el sur de la Península Ibérica:
  • El uso ilegal de cebos envenenados
  • Las intoxicaciones por plomo
  • La regresión de la ganadería extensiva
En Andalucía, donde llevan gastadas ingentes cantidades de dinero en tratar de recuperar unas poblaciones exterminadas por el veneno hace medio siglo, ese mismo veneno sigue amenazando a su ambicioso proyecto de reintroducción. Pontones y Cata, dos de los 19 ejemplares liberados desde 2006, han aparecido envenenados. Lo mismo ocurrió con Cazorla en 2008. Ante tan oscuro panorama, el programa andaluz de sueltas se llegó a suspender sine die, al igual que el programa de voluntariado. Dicen sus responsables que erradicar el problema del veneno es ahora la prioridad. Lo mismo pasa en Picos de Europa con un programa semejante


Las normas internacionales son claras "No se puede tratar de recuperar una especie extinguida si las razones que provocaron su desaparición no se han subsanado".

La finalidad última de la red es incardinar la lucha contra el veneno y la voluntad de apostar por formas sostenibles de aprovechamiento de los recursos naturales en el día a día de los colectivos cinegético y ganadero en las áreas de reintroducción del quebrantahuesos en Andalucía.

Resultados y Seguimiento de los ejemplares liberados

Hasta 2015 se han formado 5 parejas de quebrantahuesos en este CCQ de Guadalentín ubicado en Cazorla (Jaén), según ha comunicado la Consejería.


Noticias buenas: "2015 la primera puesta de una pareja liberada y 3 parejas formadas"


El Programa de Reintroducción del Quebrantahuesos que desarrolla la Consejería pretende conseguir una población autónoma y estable de la especie en la región mediante la liberación de jóvenes ejemplares por el sistema de la cría campestre o hacking. Con el empleo de esta técnica, originalmente utilizada en cetrería, se persigue lograr que el ejemplar asimile el área de la suelta como su lugar de nacimiento y, por tanto, regrese a ella para asentarse y reproducirse.


El primero, Viola, nació en 2012 y se liberó ese mismo año en el Parque Natural Cazorla, Segura y Las Villas.
En este momento, hay 9 huevos puestos por las parejas de quebrantahuesos del Centro de Cría del Quebrantahuesos de Cazorla, pero este número puede verse aumentado ya que una pareja realizará previsiblemente una puesta.

Desde 2009, año de nacimiento del primer pollo, hasta 2014 han nacido un total de 53 ejemplares, de los que han sobrevivido 44.

De los 31 ejemplares liberados portadores de emisores GPS desde 2006,  9 han muerto, en 7 han dejado de funcionar los GPS y 15 continúan libres con sus emisores funcionando.

Se ha constatado en 2015, la primera puesta que se produce en Andalucía con ejemplares de quebrantahuesos liberados, concretamente de la pareja formada por Tono, un macho de 2006, y Blimunda una hembra de 2010 en el parque natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas. 

La formación de esta pareja, la primera que se constituyó con aves liberadas en la región, se produjo a finales de 2013. 

Desde entonces, el equipo técnico del Plan de Recuperación y Conservación de Aves Necrófagas de Andalucía ha realizado un seguimiento intensivo del territorio que ocupaban estas rapaces, confirmando que el comportamiento que exhibían con cópulas incluidas, se correspondía con el de un emparejamiento ya consolidado.

Cabe destacar, que el pasado mes de enero también se pudo comprobar la existencia de una segunda pareja de esta especie, integrada por Hortelano y Marchena, un macho y una hembra liberados en 2010 y 2012 en otra zona del parque natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas .


También se ha podido confirmar la existencia de una tercera pareja territorial, la primera que se forma en el parque natural de la Sierra de Castril (Granada), integrada por Viola, una hembra liberada en 2012, y un macho adulto aún sin identificar, pero que probablemente sea también un ejemplar reintroducido cuyo transmisor GPS ha dejado de funcionar, aunque el equipo de seguimiento cree que podría tratarse de Faust o Libertad, otros dos ejemplares machos que se soltaron al medio natural en 2006. En caso de confirmarse este hecho con la lectura de las anillas, cabe la posibilidad de la existencia de un grupo nutrido de ejemplares vivos que dejaron de emitir hace tiempo, un aspecto que siempre ha estado presente en el Plan de Reintroducción de la especie en Andalucía.

Todos los jóvenes quebrantahuesos liberados en Andalucía están marcados con tres sistemas que permiten su seguimiento e individualización en vuelo:







Emisores GPS. Un emisor con batería solar guarda la posición del ejemplar seis veces al día, transmitiendo las coordenadas vía satélite. De esta forma se puede conocer con precisión los lugares frecuentados por las aves: dormideros, puntos de alimentación, áreas de campeo, etc. También ayudan a que, en caso de fallecimiento, el cuerpo del ejemplar pueda ser recuperado para analizar las posibles causas de la muerte.


Anillas metálicas de colores. Cada ejemplar lleva dos anillas metálicas de colores. Una en la pata derecha, cuyo color representa el año en que ha sido liberado (azul, 2006; plateada, 2007; dorada, 2008, negra, 2009 y cobre, 2010) y otra en la pata izquierda, identificando a cada individuo.



Marcas alares. Cada ejemplar es marcado mediante la decoloración de determinadas plumas de las alas y la cola, con una combinación única. Estas decoloraciones se mantienen hasta que el individuo realiza la primera muda del plumaje, lo que suele suceder entre el 2º y 3º año tras la liberación.





Frente a la precisión y fiabilidad del seguimiento con GPS, los datos procedentes del avistamiento de los quebrantahuesos reintroducidos también son fundamentales para el seguimiento de las aves, ya que aportan una valiosa información sobre el comportamiento, interacciones con otros quebrantahuesos u otras especies o el aspecto de los ejemplares, imposible de obtener por otras vías.

Además, algunos de los quebrantahuesos liberados han perdido el emisor o éste ha dejado de funcionar, por lo que la única información disponible es la que se consigue gracias a las observaciones directas, bien sea del equipo de seguimiento, agentes de Medio Ambiente, colaboradores del proyecto o particulares que tienen la fortuna de avistarlos.

Con el objetivo de aumentar la información disponible sobre los movimientos de las aves y, de esta forma, poder adelantarnos y controlar posibles amenazas.


* José A. Valverde (1926- 2003) fue un investigador y naturalista dedicado a la conservación de los espacios naturales. Se doctoró en Ciencias Biológicas por la Universidad Complutense de Madrid, erigiéndose como Doctor Honoris Causa por las Universidades de Salamanca y Sevilla. Además, desarrolló una gran labor como Profesor de Investigación del CSIC especialista en vertebrados y en zoogeografía, evolución, sistemática, antropología y ecología de comunidades. También fue el primer director de la Estación Biológica de Doñana.